Siempre quise ser,
jinete al amanecer,
forajido de una historia de ficción.
Fueron mi canción
el coyote y el alcohol.
Pero nunca salí de mi habitación.
Las sombras el ayer
van persiguiéndome
en un coche de alquiler,
sin conductor.
Tengo miedo a ganar,
tengo miedo a perder,
porque soy
el peor héroe del Far West
Prometí volver
y nunca me marché.
La frontera
Dicen que la medida de los seres humanos son las medidas de sus sueños, pero cuantas personas con sueños grandiosos no somos capaces de bajarlos a tierra y empezar un proceso en el acaben completos para poder ver si en realidad eran los sueños que soñamos
Cuantas veces nos hemos dado por vencidos antes de salir, cuantas veces hemos hecho caso a aquellos que nos dicen es imposible, cuantas veces nos lo decimos nosotros mismos, cuantas veces hacemos los primeros pasos y no los seguimos, cuantas veces conseguimos esos sueños y no eran lo esperado
Encerrado en mi mismo, oyendo a las personas que me rodean decirme que salga que no comprenden por que me siento solo si, gracias a dios, hay muchas personas que se preocupan por mi pero no logran ver el muro que me separa del mundo, ese contra el que llevo años dando con la cabeza sin lograr derrumbarlo, el que me impide comunicarme, expresar mis sentimientos, desahogar esa carga que parece hundirme o, al menos, eso parece por la inclinación de mis hombros últimamente
Esa inclinación que evita que mires al cielo y tengas la permanente visión de un suelo que a veces se trasforma en un pozo sin fondo del que intentas no caer destrozandote las uñas en un vano intento de conseguirlo, mientras gritas muy pero alto "Ayuda" pero parece no haber nadie...
