Que pena estar siempre pegado al suelo
el cielo queda demasiado lejos
tendré que soñar que puedo volar
No es nada facil cuando estas perdido buscar la música entre tanto ruido
no puedo escuchar, no puedo escuchar...
Un dia la suerte entro por mi ventana
Vino una noche se fue una mañana
Quizás solamente me vino a enseñar
Que viene y va, como las olas con el mar se mueven.
Que viene y va, como la luna como el rayo verde.
Que viene y va, como una idea como el estribillo...
Que viene y va, como un recuerdo como un espejismo.
Que viene y va, igual que los problemas por la noche.
Que viene y va, como un famoso que nadie conoce, que todos pueden tener y nadie puede guardar.
De tanto hacerlo sin parar
me acostumbre a respirar y a
derrochar el aire fresco.
Y pienso si te vas las veces que te tengo
y cada vez que estas que te echaré de menos
y vuelvo a respirar, vuelvo a respirar.
y cada vez que estas que te echaré de menos
y vuelvo a respirar, vuelvo a respirar.
Fito y Fitipaldis
Se vio corriendo por un oscuro bosque, recordaba haber salido de una casa donde parecía que nunca había vivido nadie, donde la soledad era como el aire que se respira (algo que simplemente está allí y rodea sin saber bien porqué), de donde logró escapar para caer en todos y cada uno de sus miedos, esos fantasmas que le destrozaban, que le hacían sentirse muerto en vida, esa oscuridad que nada tiene que ver con la luz externa
En cada recodo del camino parecía que una fuerza invisible le empujaba fuera de este, llevándolo a un lugar todavía mas sombrío, donde además de la oscuridad interna, se añadía la sensación de perdida en todo lo que le rodeaba, de falta de contacto con lo que le envolvía y tenía que hacer grandes esfuerzos para mantenerse caminando sin dejarse caer o simplemente dejarse llevar por ella...
Cerró los ojos esperando que al hacerlo las fuerzas volvieran a él y poder lograr sobrevivir un día más en esta triste existencia, de pronto comenzó a percibir que una la luz le invitaba a abrir los ojos y sintió que una agradable sensación de calor le invadía, decidió hacerlo. Un mar en calma le rodeaba y notó que la paz le invadía. En la orilla los verdes prados sugerían que saliera del agua templada y se tumbara al sol.
Sintió que por la espalda alguien le mojaba y una suave voz le dijo "parece que estabas en otro mundo" y oyó como un grupo de personas reían, no de el sino de la situación, sugiriéndole a unirse a ellas en una fiesta.
Desde su interior algo le advirtió "Cuidado, no sabes cual de los mundos es real..."
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